Los almacenes oscuros están diseñados para ser totalmente automáticos y utilizan tecnologías avanzadas, como la robótica y el software de guiado, para cumplir los pedidos con precisión. Estas tecnologías permiten que el almacén funcione sin intervención humana, lo que reduce los costes y aumenta la eficiencia.
La intervención humana puede ser mínima en los almacenes sin luz cuando se trata de procesos más complejos, como la recepción de mercancías y la fase de envasado y etiquetado, pero la mayor parte de la instalación está automatizada y permanece a oscuras.
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